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Gaudí, luz y color

El período que comprende las últimas décadas del siglo XIX fue marcado por fuertes mudanzas en el contexto social y cultural español, en su mayoría decurrentes del adviento de la Revolución Industrial. Es un momento donde emergen los diferentes exponentes del modernismo catalán, con grande destaque al arquitecto Antoni Gaudí. La introducción de nuevas tecnologías a la industria reforzaba un ideario de progreso, visible los medios de producción, de transporte y de construcción.

El Plan Cerdá

Barcelona fue centro de esas transformaciones pasando por un gran proceso de remodelación, iniciado con la implementación del plan Cerdá, en 1859. En 1859 Idelfonso Cerdá diseñó una retícula de calles paralelas al mar cortadas por perpendiculares con manzanas de casas chanfleadas, llamado El Ensanche, Eixample en catalán. El plano geométrico está atravesado por dos grandes avenidas diagonales: la Diagonal y la Meridiana, que se reúnen en la plaza de les Glories Catalanes.

Impulsados por una burguesía emergente, muchos arquitectos fueron invitados a participar de esta reconfiguración de la ciudad proponiendo nuevas edificaciones y protagonizando el modernismo catalán. Artistas multidisciplinares surgirían con el compromiso de concebir no solo los edificios, pero también los pequeños detalles de sus interiores y sus mobiliarios.

Passeig de Gracia

Este es un lujoso paseo adornado con elegantes farolas de hierro. Reúne los ejemplos más bellos de arquitectura modernista: en “la manzana de la discordia” se pueden comparar los estilos de los tres arquitectos más famosos: La casa de Lleó Morera, de Domenech i Montaner, la casa Amatler, de Puig i Cadafalch y la casa Batló, de Gaudí. Desde la esquina con el carrer d’Aragó se ve la casa Montaner i Simó, de Domenech i Montaner (Fundació Antoni Tàpies). Un poco más lejos a la derecha, está la Pedrera o casa Milá, obra de Gaudí.

El inicio del siglo XX es el más fecundo de Gaudí. El arquitecto se desprendió de influencias y estilos para crear una arquitectura marcada por la intensa relación con la técnica constructiva y con los materiales. Sus soluciones estructurales, testadas con modelas en escalas, fueron una de sus más poderosas vertientes de estudio, que se desdoblaron en un lenguaje ornamental exuberante e inusitada.

Antoni Gaudí

Antoni Gaudí es un icono de la cultura catalana y de la arquitectura internacional. Nació con el nombre de Antoni Gaudí i Cornet en el Reus, en 25 de junio de 1852. Trabajó toda su vida en Barcelona donde se formó y vivió con su familia. Su principal actividad fue la arquitectura, pero también actuó en el diseño de muebles y objetos, el urbanismo y el paisajismo. Desarrolló un lenguaje propio muy expresivo y consiguió crear una obra entrañable lleno de elementos de la naturaleza.

Aprendió de su padre el arte del hierro. Estudió en el Colegio de los Escolapios de Reus, donde se destacó en geometría y aritmética, y donde también recibió formación tradicional, religiosa y humanística. Estudió en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona y, a partir de 1873, se preparó para acceder a la Escuela Provincial de Arquitectura Barcelona donde obtuvo el título oficial de arquitecto en 1878. Fuente del Parque de la Ciutadella en Barcelona En 1869, empezó a estudiar en Barcelona en el Instituto de Enseñanza Media para cursar las asignaturas de elementos de física e historia natural. Realizó varios trabajos para La Obrera Mataronense. Paralelamente, y para pagar sus estudios, trabajó como delineante del maestro de obras Josep Fontserè, que entonces urbanizaba el Parque de la Ciutadella.

Sus trabajos como arquitecto toman destaques a partir de 1883. Uno de los primeros proyectos fue la construcción de la Casa Vicens, la Villa El Capricho en Comillas. Enseguida le dieron la continuación de las obras del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia.

Poco después recibió el primer encargo importante de Eusebi Güell, su futuro mecenas y principal cliente, que le encargó la construcción de los Pabellones de la Finca Güell, seguida por la obra del Palau Güell, en la calle Nou de la Rambla.

Uno de los últimos trabajos que Gaudí llevó a cabo para el empresario Eusebi Güell fue la construcción de la Iglesia de la Colonia Güell, en Santa Coloma de Cervelló, que se inició en 1898. En el mismo año construyó la Casa Calvet, que obtuvo el premio anual del Ayuntamiento de Barcelona, y en 1900 empezó las obras del Parque Guell.

Parque Güell

La más famosa de las obras encargadas por Güell (banquero e industrial), debía ser en un principio una ciudad jardín en la que se fundiesen armónicamente la ciudad y el campo. El terreno está situado al noroeste de la ciudad antigua y a 150 metros de altura, con vistas espléndidas de la ciudad. Gaudí desarrolló su prolífica imaginación, lo que nos da la impresión de penetrar en un mundo encantado de pabellones ondulados, columnas inclinadas y avenidas que transportan a un mundo de alucinaciones; una combinación de arquitectura y naturaleza en la que logra un efecto rupestre y fantástico. En la actualidad la Casa de Güell sirve de escuela. En la zona se encuentra también el Museo Gaudí.

Casa Batló

A la derecha de la casa Amatler, Gaudí construyó en 1904-1906, por encargo del fabricante textil Batló, una casa de vecindad cuya planta noble residía el propietario. La fachada extraordinaria en mosaicos y su tejado ondulado cubierto de escamas. La fachada culmina en un remate sinuoso e imbricado con una torrecilla angular, que lleva las iniciales de la Sagrada Familia y se corona con un florón. Y en 1906, al terminar la Casa Batló, inició la construcción de la Casa Milà.

La Casa Milá o La Pedrera

Por encargo del comerciante Pere Milá i Camps, antes de dedicarse plenamente a las obras de la Sagrada Familia, Gaudí construyó entre 1906 y 1910 en uno de los mejores solares del Ensanche. Dado el plasticismo de su fachada y su semejanza con la roca, el edificio es conocido con el sobrenombre de La Pedrera. Parece un acantilado submarino con sus líneas onduladas. La visita de los tejados produce una extraña sensación: las chimeneas y las bocas de aireación recuerdan un ejército fantasmagórico.

Doña Carmen Burgos nos enseña su piso en la Pedrera

Gaudí es un personaje singular. Aparentemente contradictorio, sus ideas y su modo de hacer no se desprenden de la tradición, pero abren las puertas a conceptos arquitectónicos considerados modernos hasta hoy. En vida fue una persona poco dada al tracto social, a punto de convertirse en un eremita de la arquitectura, enclaustrado en su obra mayor la Sagrada Familia. De 1914 hasta su muerte, en 1926, Gaudí trabajó y vivió única y exclusivamente en la Sagrada Familia, y para ella.

El Tiemplo Expiatorio de la Sagrada Familia

Gaudí dedicó la mayor parte de su carrera profesional a construir el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, obra encargada a finales de 1883. El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia es una iglesia de cinco naves con crucero de tres, que forman una cruz latina. En el extremo superior de la cruz se sitúa el ábside, de forma semicircular, que cierra la basílica por detrás.La basílica consta de tres fachadas monumentales: cada una representa uno de los tres momentos culminantes de la vida de Jesucristo: su nacimiento (calle Marina), su pasión, muerte y resurrección (calle Sardenya), y su gloria, presente y futura (calle Mallorca). La fachada oriental del crucero, dedicada al Nacimiento de Cristo tiene un frontón con esculturas y culmina con un árbol polícromo poblado de palomas. En la parte más alta está el grupo escultórico del Nacimiento de Cristo. Esta fachada es Patrimonio Mundial de la Unesco.

Gaudí proyectó un conjunto de dieciocho torres. Las doce más bajas con una altura de unos cien metros y representan a los apóstoles. Otras seis más altas en el centro, de éstas, la más alta será la del crucero, que representará a Jesucristo y llegará a 172,5 metros de altura. A su alrededor otras cuatro torres con una altura de 135 metros, que representarán a los cuatro evangelistas y los evangelios que escribieron. Otra torre cubrirá el ábside y representará a la Virgen María.

Después de la muerte de Gaudí, la construcción continua aunque polémica y se hace a partir de los proyectos iniciales de Gaudí. En el Museo instalado en la obra, se puede ver una maqueta del tiemplo terminado, y otra del interior de las columnas. Cuando de la muerte de Gaudí en 1926, se había construido una de las cuatro torres de la fachada oriental, la puerta del Nacimiento y la cripta.

 

 

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